Por: Cuarto de Guerra Colombia cuartodeguerra.blog

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar tiene un programa de televisión llamado Mis manos te enseñan. En su presentación se anuncia que el programa trata sobre “consejos, orientaciones y recomendaciones para interactuar con los menores en casa”.

Fiel a esos principios, la edición del domingo 18 de octubre, presentó un segmento sobre “micromachismos”, los que definió como una forma de violencia, a veces imperceptible, y que perpetúan una “discriminación de género”. Entonces, el marco conceptual de este segmento del programa es la ideología de género.

Esta ideología reúne un conjunto complejo de ideas que busca imponernos una visión de la realidad basada en la dualidad privilegio - opresión; es decir, en una cuestión de poder en la que en toda relación social hay alguien privilegiado y alguien oprimido. La ideología de género predica que el privilegio por lo general le pertenece a los hombres blancos y heterosexuales, de aquí el término heteropatriarcal, y que los oprimidos son, básicamente, el resto de la sociedad, y en especial las mujeres, los homosexuales, transexuales etc. Creo que el principal objetivo de esta ideología de género es destruir la familia, a la que ve como la principal institución que sostiene y perpetúa el sistema capitalista —así lo pregonan sus ideólogos—.

Programa, Mis manos te enseñan.

Después de la presentación de los aparece, cómo no, un “experto” para validar la majadería. En este caso, se trata de una Referente de Género —¿conocían la posición?— cuyo trabajo parece ser el de transmitirle basura a nuestra niñez y juventud. Aquí vemos una consecuencia de lo que sucede cuando este tipo de ideologías colectivistas permean las instituciones: el crecimiento exponencial de la burocracia. Los invito a que revisen si existe algún gobierno departamental o municipal que no tenga una oficina dedicada a las “cuestiones de género“. Y todos estos cargos los pagamos nosotros, no se les olvide.

Referente de Género del ICBF

Nuestra Referente de Género, como buena idiota útil, vomita el veneno posmodernista de la opresión a la mujer y de la única visión posible que tienen de la realidad: el poder. Con esta perspectiva, nos plantea el escenario demente que si un niño dice que va ayudar con alguna tarea en la casa, eso, decir que quiere ayudar, oprime a las mujeres que viven con él porque perpetúa roles y relaciones de poder. La intención real del niño no les interesa.

Acostumbrar a los niños a buscar estas microagresiones —término psicológico— puede llevarlos hacia la depresión, la desesperanza y hacia una red de relaciones rotas porque les imprime la idea de que el mundo es hostil y con pocas posibilidades de mejorar. Así lo explica el sociólogo estadounidense Jonathan Haidt en el libro La Transformación de la Mente Moderna, que les recomiendo leer. 

En resumen, el ICBF está envenando las mentes de nuestros niños y nuestra juventud con la basura de la ideología de género y con distorsiones cognitivas —como define Haidt las microagresiones—, y además está utilizando el dinero de nuestros impuestos para pagar cargos como el de Referente de género.

Esta situación nos debería importar más que quien va a ser el próximo presidente. 

Les dejo dos preguntas para la reflexión:

¿Cuál es la base científica que tiene el ICBF para promover estas ideas?

¿Cuánto se gana una Referente de Género del ICBF?

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