Estamos ante un momento doloroso e injusto en Colombia, pero que todos veíamos venir, sabemos que este país tiene desesperada a la izquierda radical latinoamericana, porque hace tiempo debió haber caído en sus garras y gracias a Dios eso aún no ha sucedido.
Quiero hacer un paralelo entre dos contextos, qué a los ojos del mundo, en este momento, se están viendo similares pero no lo son, por razones muy contundentes.
Antes que nada quiero resaltar que Colombia cuenta con un buen número de artistas que apoya la causa opositora, por motivos qué vienen desde el gobierno anterior, como pactos y negocios, a los que venían acostumbrados, y que perdieron en el momento que inició el gobierno del presidente Iván Duque;
Hemos visto la gente famosa de Venezuela, pedir por la justicia y la liberación de su país, del yugo de Nicolás maduro, lo que se presta para creer que si el artista colombiano hace lo mismo, es porque Colombia está igual o peor, que Venezuela cosa totalmente errónea...
Por eso la farándula colombiana ha sido un factor decisivo, para qué a los ojos del resto del mundo, la verdadera realidad que estamos viviendo, esté siendo mal interpretada; un artista, un famoso con redes sociales es un gran canal de difusión y un vector decisivo a la hora de mover masas, esto hace que a nivel internacional se estén manejando conceptos totalmente falaces que no nos van a ayudar a salir de esta situación tan crítica si no tomamos medidas al respecto.
Los tiempos históricos que están viviendo Venezuela y Colombia son demasiado diferentes Pues en Venezuela hace casi 30 años se inició un proceso exactamente igual al que estamos viviendo hoy y fue ahí donde el país más poderoso de América latina y una de las potencias mundiales del petróleo, empezó su proceso hacia el declive y es hoy, un antro geográfico democrático y un foco de violación a los derechos humanos.
Hace casi 3 décadas, la juventud venezolana luchaba por un cambio porque había sido también adoctrinada en contra de los gobiernos tradicionales, que pese a sus fallas y perjuicios, traían a Venezuela en la cima proyectándose como una civilización futurista, sin embargo existían corrientes izquierdistas que hicieron creer a los venezolanos qué cómo estaban, estaban mal y que podrían estar mejor; ellos lo creyeron, se dejaron adoctrinar y sirvieron de frente en esa lucha y hoy día son las siguientes generaciones las que están sufriendo las consecuencias y jugándose la vida por sobrevivir, a ese flagelo, el cual los jóvenes de acá de Colombia, están deseando ansiosamente obtener: miseria, hambre, ausencia de servicios de salud, ausencia derechos de participación, ausencia de intervención humanitaria, destrucción, deterioro y retroceso cívico y social, si señores; mientras en Venezuela a los jóvenes los están persiguiendo por querer buscar mecanismos viables, para tener un futuro y una vida digna, con esperanzas de progreso, las cuales tienen truncadas, los jóvenes de acá de Colombia teniéndo apoyos y ayudas en una u otra forma, no están conformes y le están creyendo a una oposición mentirosa y deshonesta incentivada y financiada por el régimen que tiene destrozado el país vecino, el régimen de Maduro; le han metido en la cabeza a nuestros jóvenes, que merecen muchísimo más, por lo tanto se sienten con derecho a infringir la ley y violan derechos ajenos, para que al momento de ser sancionados y reprendidos por ello, se hagan pasar como víctimas para ser vistos a nivel mundial, con la ayuda de los artistas y una farándula mentirosa, permisiva e irresponsable, a la hora de hacer uso de sus redes sociales y de su fama.
En Venezuela a un joven lo matan por salir a buscar alimento por marchar en contra del los colectivos, de las limitaciones laborales y estudiantiles, por la falta de condiciones básicas y por la censura, además los artístas no cuentan con información veraz que mostrar al resto del planeta, hace años artista de bien o con dignidad que se conozca, dejó de vivir en ese país, entonces la censura, el aislamiento y el encapsulamiento al que tiene sometido Venezuela el régimen de maduro, forma una barrera impresionante para que quienes pudieran ayudar, no sepan la realidad que deben reflejar ante el resto del mundo... en cambio acá, los artistas colombianos teniendo toda la libertad teniendo todos los medios y teniendo toda la capacidad de investigar la veracidad de las informaciones, irresponsablemente utilizan sus redes para distribuir una infamia dolorosa que lesiona a los colombianos de bien, que estamos siendo víctimas de los atropellos y de los crímenes que se están cometiendo en las protestas, sobre el sector económico, contra las fuerzas militares, en el sector social, en el sector industrial por los caprichos de un líder político que nunca va a superar que no fue presidente en el 2018.
Es increíble que un propósito personal, ególatra y narciso de un jefe de estado en algún momento, haya generado un engranaje y una infraestructura social que atropellara tantos derechos y tergiversara una cantidad inconmensurable de conceptos básicos, para la educación de nuestros jóvenes; es inaudito que por esa misma causa llamada la causa de la paz, se hayan comprado medios de comunicación, se haya hecho un adoctrinamiento no sólo en los colegios sino en el medio artístico, pagando por favores, por publicidades incorrectas, siendo lo que muy bien llamamos en Colombia mermelada...
Es imperdonable, que al terminar el periodo presidencial del 2014 al 2018, el de la falsa paz, las consecuencias por dejar de recibir pagas con tal de no hacerle la guerra a ese, gobierno y si publicidad engañosa, las este afrontando el gobierno actual y más en esta situación tan delicada como es estar en medio de una pandemia.
Los jóvenes de Colombia y los jóvenes de Venezuela no son lo mismo... los jóvenes de Venezuela sufren las consecuencias de las malas decisiones de sus padres y abuelos, anhelando tener lo que aún tienen los jóvenes Colombianos porque siendo realistas, los jóvenes venezolanos y sus familias, no cuentan con programas o subsidios cómo ingreso solidario, familias en acción, jóvenes en acción servicios de salud como el sisben o programas educativos como ser pilo paga, entre muchos más... y prueba de ello es que una gran cantidad de venezolanos llegaron aquí buscando oportunidades y deseando lo que el progresismo hace que los jóvenes desprecien, ellos están huyendo del infierno en qué dejaron a su familia; en cambio los jóvenes de Colombia están desesperados por perder lo que mal o bien tengan, están deseando tener un gobierno igualito al de maduro que les rastrille la cara contra el barro, les eche perder sus vidas y alimentan un desespero patológico y anormal por sufrir.