No hay duda alguna que los medios norteamericanos, sumados a la estrategia política del partido Demócrata, e incluso a algunos miembros del partido Republicano, hicieron que la gestión de Donald Trump fuera deformada y altamente criticada a nivel mundial. No obstante, su gestión venía siendo impecable, las tasas de desempleo llegaron a niveles históricos, y aunque la pandemia aumentó significativamente la tasa de mortalidad en los Estados Unidos, su manejo logró que el país pudiera comenzar la reactivación la economía de forma veloz.
No hay duda alguna que los medios norteamericanos, sumados a la estrategia política del partido Demócrata, e incluso a algunos miembros del partido Republicano, hicieron que la gestión de Donald Trump fuera deformada y altamente criticada a nivel mundial. No obstante, su gestión venía siendo impecable, las tasas de desempleo llegaron a niveles históricos, y aunque la pandemia aumentó significativamente la tasa de mortalidad en los Estados Unidos, su manejo logró que el país pudiera comenzar la reactivación la economía de forma veloz.
Sumado a esto, Trump se comprometió a tener las vacunas contra el Covid-19 para finales de diciembre del 2020, una afirmación que la mayoría de gobiernos criticó por ser inviable, pero en últimas, Trump tenía razón, la vacunación en el país norteamericano comenzó para finales del 2020. En resumidas cuentas, la labor de Trump fue sobresaliente y así se lo reconocieron sus más de 74 millones de votantes en las urnas.
No obstante, como suele suceder, la demagogia y el populismo de Biden, lograron que Trump no alcanzara la reelección. Quien llegó a la Casa Blanca, fue el líder demócrata, populista y de izquierda, Joe Biden. Al llegar a la Casa Blanca afirmó que juntos saldrían de la pandemia, que la economía volvería a la normalidad y que él cuidaría de nuevo de todos los americanos.
Pero, como todo líder populista, sus palabras han quedado en el aíre. Estados Unidos no ha cumplido las metas de vacunación propuestas, el Covid sigue presente y las ayudas económicas propuestas por Biden, son ayudas que ya habían sido propuestas anteriormente por Donald Trump.
La cereza del pastel la puso hace pocas horas Greg Abbott, Gobernador de Texas. El sujeto en cuestión avisó a la opinión pública que el presidente Joe Biden estaba llevando buses de inmigrantes indocumentados desde la frontera hasta Texas. Además, recalcó que los inmigrantes que estaban llevando, iban infectados por Covid-19, lo que ponía en gran riesgo la salud de los “texanos”.
La presunta medida adoptada por Biden, no es más que el fin de una política migratoria integral y seria, como con la que contaba Donald Trump. Por un lado, llevar al país a inmigrantes indocumentados, sin duda alguna aumenta la inseguridad en las calles y el progreso de cualquier sociedad. Por otro lado, si los indocumentados además están contagiados por Covid-19, está poniendo en riesgo de muerte a sus propios ciudadanos.
La administración de Biden completa ya 2 meses y medio, en donde ha demostrado no estar a la altura para atacar las problemáticas que afectan a los estadounidenses. Las promesas realizadas y con relación a la pandemia, han quedado en el olvido, y por el contrario, pareciera hoy estar intentando propagar aún más el virus. En momentos como estos, los norteamericanos deben extrañar al ex presidente Donald Trump.
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