Colombia necesita un Nuevo Sistema de Medios Públicos

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"4. Semejantes doctrinas, por lo tanto, son más ingenuas que ingeniosas, pues consisten risiblemente en permitir que cada cual llame, a su antojo, prosperidad pública lo que le satisface, felicidad humana lo que lo deleita, justicia social lo que lo conmueve, progreso lo que halaga sus prejuicios, bien común lo que personalmente desea. Las definiciones más cautelosamente objetivas solo son cándida expresión de nuestras convicciones. Esas doctrinas, sin embargo, no suelen ser tan inocentes. La historia no conoce déspota que no intente justificar su yugo recurriendo a esas definiciones proxenéticas. Aquí los delitos fomentan la prosperidad pública, allí los crímenes festinan la felicidad humana, más allá los abusos consuman la justicia social, siempre la injusticia impulsa el progreso. La ambición, la envidia, o la codicia, se apacientan y se hartan, en nombre del bien común, con magnánima y filantrópica mueca". Nicolás Gómez Dávila, filósofo colombiano (1913-1994), De Iure SOBRE EL AUTORITARISMO DE ESTADO El filósofo esloveno Slavoj Zizek, tiene un libro interesante llamado ¿Qué es totalitarismo?, define diferentes conceptos y desmitifica otros con respecto a muchos lugares comunes y prejuicios de la ciencia política occidental actual, entre ellos, obviamente desde su título. Pero uno de los conceptos que redefine, es el de terrorismo. Todo el mundo cree, en parte por los discursos oficiales de nuestros cuerpos de seguridad que están influenciados por el entrenamiento en la Teoría de Seguridad Nacional y por el vocabulario de las series de los ochentas y noventa del siglo pasado. Lo anterior, sumado a las muy malas costumbres de nuestros antepasados criollos que echaron a los ejércitos y representantes del Rey de España para quedarse ellos con el poder político y social, lo han adquirido muchos de los nobles y reyezuelos de vereda que son reemplazados por funcionarios de mandos medios y cargos ministeriales de los diferentes gobiernos republicanos. El actual no es la excepción, y sin lugar a dudas, esta semana pasada ha sido de las peores en popularidad y record de desaciertos en política de comunicación, filtros de seguridad y mensajes de unión al pueblo colombiano. Despido de un director joven, profesional y que como desconocedor de ciertas argucias politiqueras, cayó en una conversación inducida muy seguramente y claro, dirigida a explotar la ira y bajezas que todo ser humano guarda dentro de sí. Modus operandi utilizado contra Juan Carlos Vélez Uribe como vocero del plebiscito en 2016, con el fin de sacarlo de la escena frente a un probable lanzamiento como candidato uribista de nuevo para las elecciones de 2019 a la alcaldía de Medellín. Sin hacer juicios de valor de los sucesos ocurridos, como es la idea de estas columnas, es tocar la puerta de los grandes gremios del país, con el fin de realizar esfuerzos por el mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades y la productividad nacional. CONFLICTOS DE CRITERIOS Los diferentes puntos que se pueden analizar de esta situación que ha llevado a esta crisis que desemboca en la inestabilidad y relativa libertad de prensa, que es evidente en que solo hay dos canales privados de cobertura en señal abierta de televisión nacional -ya que City Tv, canal de la Casa Editorial El Tiempo, NO ES UN CANAL PRIVADO, sino un Canal Comunitario con Ánimo de Lucro, figura legal permitida en Colombia, pero que por sus muy altos costos de montaje, solamente dicho canal la tiene. Sumado esto, al predominio cultural que la izquierda en todos sus matices que poco mucho tiempo han secuestrado y monopolizado el discurso de la cultura, la educación, las artes y el pensamiento, -de una manera casi mafiosa- con la total complicidad e indiferencia de los partidos tradicionales que después del Frente Nacional dejaron de lado las ideologías y con el muy torpe manejo por parte de quienes aprovechan la institucionalidad en este momento. Los puntos de conflicto son: 1. CONFLICTO CULTURAL CON LA GERENCIA: En Colombia existen grandes ejercicios a lo largo de la historia reciente para la reivindicación de las artes, la cultural y las comunicaciones como actividades laborales dignas, que necesitan y tiene derechos como cualquier otra profesión. Desde la creación del Ministerio de Cultura en 1997, sin duda el más valiente y serio ha sido la creación de la Asociación Colombiana de Actores-ACA, que tuvo hasta hace un año la Presidencia de la actriz y cantante Diana Ángel, quien durante su gestión consiguió visibilidad, interlocución y resultados en el reconocimiento social de los actores como gremio profesional. No obstante, por la penetración del marxismo de manual -no el que se estudia y se revalúa constantemente- que impregnó en Colombia todas las instancias académicas, políticas e incluso de la insurgencia, desarrollaron una serie de dogmas y prejuicios, entre ellos el odio inducido a todo lo que represente supuestamente el capitalismo. Esto incluye el estudio de las ciencias económicas y administrativas, y por si fuera poco, el rechazo a la aplicación de esquemas gerenciales en cualquier ejercicio organizativo, e incluso peor, satanizar la palabra y el concepto de lo "empresarial" porque es sinónimo de lo "mercantil". Pero eta barrera mental puede desarrollar otras problemáticas como las siguientes: 2. ENEMISTAD INDUCIDA PATRÓN-OBRERO EN EL MUNDO CULTURAL: La típica disyuntiva del anarcosindicalismo, es sin duda la de la sin salida de la lucha obrero patronal, descontextualizada de la industria de las artes y la cultura. Esto, inducido por la estructura poco transparente y clientelar en que se han gestionado los principales espacios de comunicación como la distribución del espectro electromagnético para radio y televisión. ¿Cuál sería la solución? volver competitiva e interesante la televisión pública, desarrollar plataformas similares a Netfilx, promover el cine documental y el cine de gran formato más allá de las subvenciones del Estado. ¿Cuál es el problema? Doble código contrario de programación: los actores y comunicadores o si bien rechazan la gerencia y la administración por un prejuicio ideológico o simplemente porque creen que al no haber estudiando ciencias administrativas o economía son incapaces de generar proyectos; y por otro lado la soberbia y preoptencia de quiens administrativa o directivamente tiene poder de decisión sobe canales, emisoras o el estamento cultural del Estado. 3. FALTA DE DIÁLOGO ENTRE PROFESIONES Y EMPRENDIMIENTO: Nadie se las sabe todas, todos necesitamos de todos. Los políticos, los empresarios, gestores culturales, actores, comunicadores sociales deben formarse mutuamente y construir con base en el conocimiento de unos u otros, algo diferente en el mundo cultural a los que hoy funciona y defectuosamente vemos con rechazo. En concreto, converger de la queja a la acción. Esperemos que esto no sea un arado en el mar, más bien la búsqueda de semillas gerenciales y de unión nacional real en torno a la protección, autonomía y profesionalización de la Cultura, las artes y el desarrollo. @armesto1989
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