La segunda temporada de lluvias en Colombia ha sido un fenómeno que se ha venido extendiendo, según lo expuesto por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres[1]: ‘’ desde el 15 de septiembre hasta mediados del mes de diciembre’’. Esta larga prolongación de la temporada invernal, ha traído como consecuencia el desbordamiento de ríos, quebradas y deslizamientos en la tierra, que ha generado consigo afectaciones a las personas y a la estructura de sus viviendas.
Por consiguiente, las fuertes lluvias han originado que muchas personas se vean afectadas en el país, especialmente la población más vulnerable. Según la Organización Panamericana de la Salud (2020)[2]: ‘’encontramos 61.723 familias afectadas, 26 personas fallecidas y 39 heridos. También 22.011 viviendas han presentado algún tipo de avería’’.
El departamento huilense no ha sido ajeno a las consecuencias negativas qué ha traído la temporada invernal, según Isabel Hernández Ávila[3] coordinadora de la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres de la Gobernación del Departamento: ‘’Son 1.217 personas afectadas por las fuertes lluvias. Hablamos de 287 viviendas averiadas, 62 vías destruidas y en total 315 familias de 18 municipios de la región enfrentando los estragos de esta temporada’’.
Los problemas generados por las lluvias, han traído como consecuencia que se aumenten los casos positivos para Covid-19, por la necesidad que han tenido las personas de albergasen en casas de familiares o refugios temporales, en los cuales no todos los individuos que los habitan cumplen con los protocolos de bioseguridad y distanciamiento social; dado esto, se genera la necesidad de implementar nuevos modelos para mitigar la emergencia sanitaria y ambiental, que está afrontando en estos momentos el departamento del huilense.
Sin embargo, no debemos pensar que los problemas provocados por la temporada invernal son únicamente un asunto del presente, sino debemos proyectarnos para poder lograr una solución efectiva, para mitigar este tipo de emergencias, con el propósito de no tener que seguir presenciando tragedias en el futuro.
Por ello, debemos comenzar a realizar acciones que permitan prevenir las inundaciones, por ejemplo evitar arrojar desperdicios en los ríos y quebradas, no arrojar basuras en las calles, revisar que los posos o sumideros no tengan obstrucciones, promover programas de reforestación y realizar la construcción de sistemas de drenaje y desagüe, entre otras.
En conclusión, nos corresponde reflexionar acerca de importancia de prevenir estas tragedias, actuando desde ahora para solucionar las afectaciones causadas e impedir futuros riesgos; sin embargo, en este momento tenemos que unirnos como pueblo huilense, para poder mitigar los daños producidos por las lluvias, por consiguiente debemos tomar acciones tanto individuales como colectivas para poder evitar futuras tragedias; por lo cual, debemos preguntarnos ¿con que acciones podemos contribuir, para mitigar la emergencia ambiental en épocas de lluvia?
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[1] Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. (2020). Segunda Temporada de Lluvias 2020. Recuperado de: http://portal.gestiondelriesgo.gov.co/Paginas/Slide_home/Segunda-Temporada-de-Lluvias-2020.aspx.
[2] Organización Panamericana de la Salud. (2020). REPORTE DE SITUACIÓN EN SALUD No. 5. Recuperado de: https://www.paho.org/es/file/78202/download?token=AzPKLg51.
[3] Gobernación del Huila. (2020). 18 municipios del Huila reportan afectación por segunda temporada de lluvias. Recuperado de: https://www.huila.gov.co/publicaciones/9996/18-municipios-del-huila-reportan-afectacion-por-segunda-temporada-de-lluvias/.