Quiénes son los campesinos
Los campesinos son los que en la actualidad aportan cerca del 7% del PIB, con todas las dificultades, hasta con el propio Estado en contra. Los campesinos son aquellos que se levantan a las 4:30 ó 5 de la mañana por tarde, se toman su tinto y salen a trabajar la tierra. Lo hacen por todo el año, tienen que trabajar sí o sí los 365 días del año, no tienen prestaciones sociales, no tienen ingreso mínimo mensual, no tienen vacaciones, ni primas.
El campesino es la base de la cadena productiva. Por ejemplo, en la producción de ganado, un campesino pequeño demora entre 3 y 4 años levantando 1 novillo para la venta de carne, al campesino le pagan el kilo por bien que le vaya a 4000 mil pesos, en la carnicería venden la libra a 6.500 mil pesos la más económica. Esta dinámica se aplica en todos los tipos de productos agropecuarios, siendo las legumbres y los tubérculos los más depreciados.
Si bien, la transformación de las materias primas del sector agropecuario, supone un alza en el costo del producto final, este no se compadece con el valor pagado al campesino productor, es decir, un litro de leche al campesino le es pago a 700 pesos y en el mercado una bolsa cuesta 2800 pesos. A estas dificultades se suma la tentación del dinero fácil, en los cultivos ilícitos por ejemplo 1 kilo de cocaína puede costar 3 millones o más, mientras que por estos días en los peajes de Cundinamarca vimos el bulto de papa a 10 mil pesos.
El Estado en contra
Todos dicen defender al campo, pero lo que en realidad defienden son sus propios intereses. Por ejemplo, en el Congreso muchos han expresado su compasión por los campesinos, pero ni individualmente ni en el colectivo han legislado a favor del campo. Los de la Farc son los que más humillaron, asesinaron, robaron y secuestraron a los campesinos. Los demás simplemente miran para los lados, no crean leyes que favorezcan la producción agrícola, los presupuestos dados a la producción agrícola son irrisorios, aún teniendo la facultad para modificarlo.
El gobierno, quien es el que tiene la facultad para promover el desarrollo agrícola, simplemente lo ve con desdén. Según datos del IGAC el 99,6% es rural del total del territorio colombiano, y tan solo el 0,3% es urbano. Seguramente, usted que está leyendo, debe estar diciendo que la mayor inversión debe estar enfocada en los sectores donde haya mayor retorno social, pero ¿Acaso el campo en su gran extensión no generaría gran retorno? Como todo en este país, se requieren políticas integrales, en las que la inversión venga acompañada de tecnificación de los campesinos, en donde la intermediación de los recursos sea la menor, porque para nadie es un secreto que, del presupuesto originalmente destinado, no llega completo a las regiones. Si el problema es la presunción de corrupción que le endilga el Estado al campesino, como solución el gobierno puede aplicar directamente la exclusión del IVA en TODOS los productos que los campesinos requieren para la producción.
Es realmente decepcionante ver que, en el presupuesto de inversiones, el programa que más recursos tiene es el de reincorporación de la Farc, más de 9 billones mientras que para la inversión en el sector agropecuario algo más que 1 billón, para la educación más de 1 billón y el que más recursos recibes después de reincorporación es infraestructura con más de 5 billones. Esta manera de repartir los recursos en los sectores solo demuestra la prioridad social y el campo, claramente no lo es.
¿Quiénes defienden a los campesinos?
Los de la minga dicen defender los campesinos y su vida. Hace unos días en blu, el líder de la movilización de la minga decía que su movilización a Bogotá tenía su base en motivaciones políticas y que buscaba defender la vida, lo curioso de esto es que nunca hemos visto a la minga colaborando con las autoridades para identificar a los encargados de las masacres, ¿realmente están defendiendo la vida de los campesinos?
¿Qué se puede hacer?
Crear más closters productivos por departamento, subsidiar directamente los productos de uso en la producción agrícola, tecnificar y educar a los campesinos como criterio vinculante para recibir subsidios, apoyar al campesino por individual para crear industria y empresa transformadora de las materias primas agrícolas, acabar la obligación cooperativa para el fondeo de proyectos, brindarle seguridad que evite la extorsión, el fleteo, el secuestro, promover el valor agregado de los productos agrícolas que eviten la expansión de los cultivos ilícitos, fomentar el incremento del valor productivo y muchas más.
Aunque algunas de las estrategias planteadas anteriormente ya se desarrollan, no obtienen resultados positivos. Las ayudas no llegan a los campesinos que las requieren, a los campesinos hay que ayudarlos no olvidarlos. No es lo mismo subsidiar para producir, que subsidiar para subsistir.