Todos anhelamos un sistema de gobierno por medio del cual se proteja como prioridad la integridad de cada ser humano con nacionalidad colombiana, soñamos con el día en que se apliquen todas las normas existentes contra quién comete los delitos que hoy vemos impunemente, quisiéramos una infraestructura más organizada y una selección justa y meritoria de los personajes que nos representan; es ley de vida, que en un país donde existan representantes políticos incultos agresivos desmedidos y revolucionarios habrán problemas de orden social económico y humanos preocupantes y eso está pasando precisamente en Colombia.
Una oposición que solo aporta agresión.
No es que Colombia vaya a ser el país de las maravillas, pero sí hemos sobrepasado un límite al que no estábamos acostumbrados; y cada colombiano de bien está extrañando esas situaciones en las cuales la fuerza pública podría impartir orden, la ley judicializaba en un mayor porcentaje a los criminales, los sistemas de administración de justicia no estaban tan corruptos y el ciudadano tenía más armas para protegerse a sí mismo y a su familia; gracias a la oposición estamos totalmente vulnerables desprotegidos sin garantías para la vida y hemos podido comprobarlo en estos últimos 65 días donde nos ha tocado luchar para sobrevivir y hacer hasta lo imposible para evitar ser agredidos o asesinados.
Con los últimos acontecimientos que ha enfrentado el país, se vió que tenemos un nivel de desorden social demasiado elevado, también hemos experimentado las consecuencias de la anarquía extrema, hemos vuelto a las tendencias terroristas, también hemos sido víctimas de la mala administración de justicia y de la negligencia constitucional para defender verdaderos derechos y a verdaderas víctimas; todo ha sido consecuencia de la laxitud y benevolencia a la que está obligado a tener el gobierno actual, junto con las irregularidades e injusticias que se cometieron en el gobierno anterior.
Colombia lleva tiempo sin saber lo que es tener un gobierno estricto y fuerte pues hemos tenido que enfrentar eventos por medio de los cuales cierto jefe de estado, se hizo el de la vista gorda para poder llevar a cabo otro tipo de metas y para completar, las tendencias globalistas hacia la desinformación y el engaño, han sido una mano que nos empuja la cabeza en un pozo dónde a duras penas logramos mantenernos a flote; estamos afrontando de nuevo el terror, el crimen y la desobediencia civil, como si la pesadilla de las décadas anteriores hubiera revivido y todo por la degradación de la fuerza pública en el gobierno santos, el surgimiento de nuevas leyes que chocan con la constitución bloqueando derechos fundamentales y por las facilidades que otorga la tecnología a una oposición compuesta por elementos poco ejemplares, poco preparados, muy sesgados y bastante agresivos, con una gran inclinación a derribar todo lo que mantenga el margen, el orden, el respeto y la disciplina.
La izquierda odia todo lo que fortalece a la fuerza pública, va en contra del crecimiento de los sistemas de protección, y se ha aprovechado de la tranquilidad de la sociedad con La niñez y la juventud, prueba de eso son los bríos con que ejercen la desobediencia civil y el delinquir en nombre de la protesta, por eso temen a una fuerza pública empoderada, una ciudadanía protegida y un sistema disciplinado, temen a la regulación de normas que protejan al ciudadano y hagan entrelazar el orden penal y constitucional, temen ser judicializados, por eso la pesadilla de la izquierda se llama María Fernanda Cabal.
Todos hemos visto su contundencia a la hora de hablar, su capacidad argumentativa para dejar sin palabras el cinismo de algunos; sabemos que es de los congresistas que trabajaban y meten el hombro por quienes representa, también ha sido señalada, agredida y matoneada por su manera estricta de pensar; es aguda para identificar infractores sin temor de exponerlos, tal vez sea por su experiencia como directora de asuntos internacionales en la fiscalía, no le tiembla nada para tomar decisiones, tal vez por eso no fue idealizada por algunos anteriormente pero hoy es anhelada, porque la izquierda demostró su nivel de agresión y a eso no se le hace frente con flores y cariñitos.
Un momento crucial para Colombia
Colombia no está para más contemplaciones, ni para paños tibios, hay que sacudir el mantel con fuerza para nivelar cargas, estamos en peligro democrático y sintiendo el aliento izquierdista con miras a masticarnos, es momento de la emergencia, el stop y la reversa; Mafe es lo más parecido a esa mano firme que extrañamos, se representa sola, lo vimos en la cámara de representantes, conocemos su indignación ante la impunidad y la desprotección que vive cada colombiano, nos representa a muchos que la leemos y no disimula su implacabilidad, que es justo lo que Colombia necesita hoy; si no caemos en cuenta de esto para el 2022 nos lleva el demonio del comunismo y me atrevería a decir que es ella la opción para darle reset a Colombia y dejar el CastroPetroChavismo iniciando desde ceros, en el país latinoamericano que más anhela la izquierda; esto claro está, si como congresista llega a ser jefe de estado.
Con María Fernanda Cabal, Colombia tiene esperanza.