La pregunta constante que muchos capitalinos y no, que vivimos en Bogotá nos hacemos es ¿Hasta cuándo? un grito de súplica que encierra el cansancio que tenemos por la suciedad, inseguridad, tráfico, desorden, despilfarro y otros desastres producto de múltiples factores pero, por sobretodo, la falta de gobernabilidad.
Las calles rebosan de basura por la falta de cultura de varios ciudadanos y, de planes de manejo al respecto, las calles son intransitables, pues sus huecos son cráteres que generan trancones e incluso accidentes a los conductores por la situación y, ni hablar del temor que uno tiene de salir vestido o contestar una llamada en la calle, porque su vida ya está expuesta a ser quitada por la delincuencia. Pero tranquilos, que en la Bogotá de la señora Claudia López los puentes son pintados de bellos colores, que seguro arreglarán la situación.
Es increíble pero, la capital de Colombia está en manos de una mandataria incapaz, que mide sus resultados por la cantidad de interacciones en redes, por los eventos culturales que realiza y por las diferentes minorías que reúne. Además de ello, aunque asegure tener fuertes relaciones con las autoridades, se equivoca, basta no más ver sus reacciones frente a los resultados de las protestas violentas sucedidas en la ciudad.
Basta no más analizar las cifras de Bogotá: Entre enero y noviembre del presente año se presentaron 940 homicidios, hurtos más de 84 mil, mencionando por ejemplo los casi 400 robos de celulares que se producen al día y el hurto a residencias, los cuáles suman 85. Esto se traduce entre la ciudadanía por supuesto en una inconformidad general que califica con un nivel de desaprobación a López en más del 60%.
¿Hasta cuándo podremos salir tranquilos a la calle? ¿Hasta cuándo tendremos que seguir escondiendo el bolso dentro de nuestros propios vehículos? ¿Hasta cuándo debemos dejar los celulares en casa para no contestar en la calle? ¿Hasta cuándo tendremos que cuidar el lugar donde corremos con nuestras mascotas? ¿Hasta cuándo tendremos que soportar el despilfarro para satisfacer el libertinaje? ¿Hasta cuándo debemos ver la inmadurez de una mandataria que culpa de sus errores a otros?.