Tengo grandes amigos duquistas, grandes amigos del sector más radical que acompaña a Alejandro Ordoñez Maldonado -al igual que yo lo estoy haciendo en este momento-, otros que acompañan a Nieto Loaiza, a Paloma Valencia -con quien solo tengo agradecimiento y respeto-, a Maria del Rosario Guerra, e incluso dentro de sectores del progresismo y cercanos a la campaña de Sergio Fajardo. Muchos son protestantes, supuestamente practicantes del catolicismo -sus modos de actuar y discursos dicen lo contrario-, miembros de sociedades discretas, otras no tan discretas con ganas de pantallar y dos sede vacantistas-creo que los otros 10 en todo Colombia-, entre mucho "raritos" a nivel internacional por las redes sociales.
La ambición del protagonismo, la guerra sucia contra los precandidatos, el cambiar discursos por interés cínico negando una conducta abierta contra el cristianismo y su centro en la sociedad colombiana y latinoamericana, entre otros, son el lugar común de los previos a la consulta multipartidista de los sectores que poyamos el No del 2 de octubre y en general de los ciudadanos que queremos otra cosa al establecimiento del crimen como Ley al dr toda la dignidad a los brazos militares y políticos del totalitrismo de izquierda por encima de la Fuerza Pública y el Derecho.
La participación ciudadana mal manejada, puede ser un peligro, y desde 2006, cuando el uribismo en el poder confundió libertad de expresión como libertad extrema a los enemigos del país y su historia, se crearon grupos de defensa de la fe, pero perecieron casi todos y fueron perseguidos o usados por gente sin escrupulos para ascenso social. En cambio otros tipos de organizaciones contra Cristo y el país crecen como arroz...de esa biografía me encargaré en esta semana.
@armesto1989
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