Hace pocas horas se confirmó internacionalmente el aumento del salario mínimo venezolano, quedando en 248.510 bolívares, equivalentes a 2.2 dólares del mercado negro mensuales. Al valor, el régimen chavista adiciona un falso bono de alimentación de 549.000 bolívares, totalizando 7,16 dólares del mercado paralelo (real).
Ante los hechos, se ha marcado el silencio del candidato presidencial Gustavo Petro, quien decía textualmente en el 2013 en una entrevista al periódico El Espectador:
“Yo conocí a Chávez hace 19 años, él no era Presidente y yo tampoco Alcalde, caminábamos por la carrera Séptima y hablábamos de los sueños del libertador, construimos una ilusión política de cómo se construye una justicia social y cómo Bolívar puede revivir uniendo la diversidad Latinoaméricana. Voy a despedir a un hombre inmenso que logró disminuir la pobreza como ningún otro gobernante latinoaméricano”.
Ante la miseria repulsiva en que su ideólogo de cabecera (Chávez) ha dejado a Venezuela, el actual candidato Gustavo Petro ha preferido guardar criminal silencio.