Las nuevas acusaciones presentadas por la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín en cabeza del magistrado Pinilla Cogollo, sin escuchar declaraciones del expresidente Álvaro Uribe, se da en medio de inusuales precedentes que en otras oportunidades han sido denunciadas por el exmandatario.
Las nuevas acusaciones presentadas por la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín en cabeza del magistrado Pinilla Cogollo, sin escuchar declaraciones del expresidente Álvaro Uribe, se da en medio de inusuales precedentes que en otras oportunidades han sido denunciadas por el exmandatario. La solicitud, denunciada por algunos medios de comunicación como política y en la que se incluye responsabilidad por la operación Orión, se da una semana antes de elecciones regionales en Colombia, y una semana después de que el fiscal General de la Nación compulse copias al expresidente por su presunta responsabilidad en la masacre del Aro.
La decisión del magistrado Pinilla Cogollo, se suma a numerosas previas acusaciones tanto de la Sala de Justicia y Paz como del magistrado, quien hubiera sido compañero del expresidente Álvaro Uribe Vélez en la Universidad. Las acusaciones por su sistematicidad pueden posibilitar su conducta como prevaricadora, teniendo en cuenta que hasta la fecha no han existido condenas formales ni de su tribunal, ni de la Corte Suprema de Justicia contra el expresidente.
La decisión del magistrado, se suma a las acciones del fiscal general de la Nación Eduardo Montealegre que presentó solicitud de investigación al expresidente por supuesta omisión. Adicionalmente, la presentación de la Sala de Justicia y Paz incluye aseveraciones sobre el expresidente por la operación Orión, en las calles de Medellín, en momento en que él era presidente y por supuesta omisión de hechos ocurridos en el operativo.
El magistrado, antiguo militante de la ANAPO, acusa al expresidente de sus actividades en el periodo en el que fue gobernador de Antioquia, primero por acción y posteriormente por omisión. En la época adicionalmente, la responsabilidad sobre la brigada cercana a los hechos de la masacre recaía sobre el actual general Ospina, quien para la época por ningún motivo fue acusado ni investigado. Por ello, la solicitud del magistrado Cogollo y la acusación directamente en contra del expresidente Uribe cae en un momento en el que la credibilidad de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín puede ponerse en entredicho, al inferirse que sus decisiones son motivadas por intereses políticos y electorales.
La acusación finalmente, se presenta en ausencia de declaraciones del expresidente. Hasta la fecha, la sala del tribunal no ha recibido testimonio ni le ha invitado a rendir sus versiones sobre las investigaciones preliminares. La situación se hace considerablemente sospechosa teniendo en cuenta que como se ha conocido hasta hace pocas horas, la sala de Justicia y Paz del Tribunal de Medellín continua solicitando indagatoria de personas que hacen parte del proceso, pero no ha procedido directamente a pedir del exmandatario su versión sobre los hechos o su supuesta responsabilidad.
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