Temiendo una repentina fuga de capital ante las decisiones que tomará el primer ministro griego Alexis Tsipras, este lunes los Bancos decidieron cerrar sus puertas. La decisión se presenta ante el grave escalamiento del riesgo de Grecia de entrar en default antes de finalizar este mes. Es claro que ante la situación, el Banco Central Europeo y las corporaciones financieras de calificación de riesgo declaren el pánico financiero en el país.

Temiendo una repentina fuga de capital ante las decisiones que tomará el primer ministro griego Alexis Tsipras, este lunes los Bancos decidieron cerrar sus puertas. La decisión se presenta ante el grave escalamiento del riesgo de Grecia de entrar en default antes de finalizar este mes. Es claro que ante la situación, el Banco Central Europeo y las corporaciones financieras de calificación de riesgo declaren el pánico financiero en el país. Adicionalmente, en las últimas horas las tendencias anuncian un crítico escenario, por una parte el euro disminuyo su valor en un uno (1) por ciento, mientras que los mercados abrieron claramente a la baja.

El Concejo de seguridad financiera griego decidió tomar la decisión al cierre del domingo ante la posibilidad de que se presente una inusitada salida de capital de los ahorradores. En este momento gran parte de la población griega se encuentra haciendo uso de los cajeros electrónicos para sacar el capital disponible temiendo una peligrosa crisis financiera.

El “corralito griego” se presenta en momentos en los que el primer ministro Alexis Tsipras tomaba la inesperada decisión de consultar abiertamente si la población aceptaba o rechazabas las condiciones expuestas por el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y el consejo de la Unión. La decisión del gobernante sin embargo, es incomprensible, ya que fue precisamente elegido con un discurso de abierta oposición a la “troika” financiera europea, lo que a la fecha parece imposible.

En este momento Grecia tiene aproximadamente 48 horas para pagar un estimado de 1.6 billones de Euros, según los últimos acuerdos firmados. El detonante de la crisis ha estado cargado de rumores en los mercados financieros, según los cuales Grecia no solamente se negaría a pagar la suma, sino que estaría prácticamente incapacitado para cumplir sus obligaciones con sus acreedores europeos.  Ante la crisis y la respuesta de Tsipras, los griegos se han sumido en un clima de tensión e incredulidad. La posibilidad de que Grecia entre en default es tan alta, que incluso los bancos en  España, Francia y Alemania iniciaron a la baja con caídas hasta del seis (6) por ciento en las primeras horas.

A pesar de la presión europea , durante los últimos meses los riesgos de la deuda se intensificaron  La situación no ha hecho mas que emperorar, dada la posición asumida por Alexis Tsipras, que en vez de acordar un plan sensato en medio de los intentos de negociación con Europa, ha creado un clima de incredulidad de sus socios financieros, negándose bajo toda circunstancia a aplicar medidas de ajuste solicitadas por el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario.