Cinco años hacían desde la última vez que Millonarios aparecía por la primera fase de la Libertadores. Demasiado tiempo para un equipo que se siente grande y que ha recuperado las buenas hechuras en los últimos tiempos gracias a la mano del binomio Russo-Gottardi.
En el Campín se sentía esa ilusión que transmite esta plantilla, la misma con la que afronta el embajador esta apasionante competición. Con Huérfano y Quiñones bien abiertos, Ayron en el centro. Detrás, el tridente base del último año: Macalister, Domínguez y Duque.