La selección de un Colombiano del año es motivo de análisis minucioso y cuidadoso, debido a la numerosidad de cualidades y virtudes que deben ser tenidas en cuenta para su diagnóstico. En medio de un panorama extremadamente complejo para Colombia y Latinoamérica, en donde serias amenazas antidemocráticas han tomado un alcance inusitado y destructivo, la distinción de una persona que encarne la necesaria voluntad de cambio regional debe constituirse en el trazo descriptivo de la figura que pueda ser elevada a categoría de Colombiano del año.

La selección de un Colombiano del año es motivo de análisis minucioso y cuidadoso, debido a la numerosidad de cualidades y virtudes que deben ser tenidas en cuenta para su diagnóstico. En medio de un panorama extremadamente complejo para Colombia y Latinoamérica, en donde serias amenazas antidemocráticas han tomado un alcance inusitado y destructivo, la distinción de una persona que encarne la necesaria voluntad de cambio regional debe constituirse en el trazo descriptivo de la figura que pueda ser elevada a categoría de Colombiano del año. Por este y otros motivos, para El Nodo Colombia, Fernando Londoño Hoyos es considerado El Colombiano del año. Su consistencia, disciplina y lucidez para evaluar los problemas de la república, lo convierten en un azimut para quienes busquen el desarrollo del país y la región.

Fernando Londoño Hoyos, ha sido durante los últimos años una figura reconocida por admiradores y maliciosos enemigos, estos últimos, con el pasar de los años, decantados como amigos de la izquierda antidemocrática y narcotraficante del continente. A pesar de los golpes recibidos, su figura y su consistencia en defender los intereses superiores de Colombia, destellan cada día a través de los micrófonos de su programa radial “La Hora de la Verdad”, conduciendo con claridad a los colombianos que creen en su pulcritud.

Durante numerosos años, a pesar de haber sido aislado ilegítimamente de la vida pública, Londoño ha procurado de forma sistemática y consistente, brindar la información a partir de la cual las carcomidas bases de la democracia colombiana aún se sostienen.

Su voz en el programa, su firmeza  en contra de todo aquello que inspire legitimas sospechas criminales, su seriedad y elocuencia para llevar a cabo una juiciosa pedagogía a favor de los intereses de la nación, su honesta opinión acerca de personas, situaciones y hechos; su rigor político y periodístico, su olfato para distinguir las amenazas antidemocráticas y transmitirlas a sus seguidores, su ejemplo y su figura encarnan aquello que pueda ser considerado como excelso. Por este motivo, luego de los numerosos años en los que Londoño ha insistido en la defensa superior de los intereses de Colombia, El Nodo toma la decisión clara de nombrarlo “El Colombiano del año” en su balance final de las personas que han marcado el 2017.