Una grave denuncia fue dada a conocer en las últimas horas en contra del Coronel Hernan Mejía, reconocido comandante y héroe del Ejército Nacional en el periodo del expresidente Álvaro Uribe, acusado por falsos testigos y víctima de persecución judicial fue trasladado a la Picota a pesar de estar gravemente enfermo.

En los últimos días, El tribunal de Bogotá le daría la libertad por la denominada “Justicia Especial de Paz” (JEP), tras una condena de 19 años en prisión en su contra junto a otros tres uniformados del batallón La Popa entre el 2002 y el 2004 por tener nexos con “Paramilitares”.
En Junio del presente año, presentaría ante la denominada por el gobierno Santos, JEP una carta en la que se comprometía a acudir a este sistema dándole un concepto positivo para que se le concediera la libertad, siendo este rechazado en Julio.
No obstante, y ante la gestión desarrollada por el Ejército Nacional, quién envió al gobierno un oficio al tribunal, el pasado 5 de Octubre le remitirían al Tribunal un comunicado emitido por parte de la Secretaría Ejecutiva de la JEP, en el que le indicaban que el Coronel Mejia si cumplía con los requisitos establecidos en la ley 1820 de 2016.
Sin embargo y según denuncias emitidas en redes sociales, la juez cuarta Penal no revocaría la medida siendo el Coronel Mejia conducido al centro penitenciario de la Picota.


El Coronel Mejia fue acusado por un falso testigo de hacer parte de grupos paramilitares y de tener acercamientos con “Jorge 40”, “Omega” y “39” reconocidos jefes paramilitares.
Empero, de acuerdo a un informe de El diario El Tiempo este falso testigo declararía que el “Coronel Mejía Gutiérrez había convenido con ‘Jorge 40’ recibir un sueldo mensual de 30 millones de pesos”.
En el informe del diario El Tiempo, se señala que “Solo tiempo después, el coronel Mejía Gutiérrez sabría que el famoso testigo clave era Edwin Manuel Guzmán, el sargento que había hecho detener en Valledupar al descubrir que vendía armas y municiones a la guerrilla y a los ‘paras’. Se trataba sin duda de una venganza suya. Tras las acusaciones contra Mejía, que le permitieron al sargento Guzmán eliminar sus años de cárcel para ser puesto en libertad y ser considerado como testigo protegido, otros dos reclusos, en busca de iguales beneficios, decidieron tres años después seguir sus pasos confirmando lo dicho por él”