En las últimas horas, el presidente de la República, Juan Manuel Santos ha declarado que en estos momentos se está viviendo una crisis de confianza en las instituciones formales y que los partidos políticos están en un momento realmente difícil. Todo esto se da en el marco de los múltiples escándalos políticos de corrupción como el caso de Odebrecht en el carrusel de la contratación o los casos de corrupción en la suprema corte de justicia.

En las últimas horas, el presidente de la República, Juan Manuel Santos ha declarado que en estos momentos se está viviendo una crisis de confianza en las instituciones formales y que los partidos políticos están en un momento realmente difícil. Todo esto se da en el marco de los múltiples escándalos políticos de corrupción como el caso de Odebrecht en el carrusel de la contratación o los casos de corrupción en la suprema corte de justicia.

[pullquote]Todos estos escándalos sumados al sin sabor que han dejado los acuerdos de paz con el tema de la justicia transicional, han hecho que las instituciones colombianas, tanto los poderes del estado ejecutivo, legislativo y judicial pierdan credibilidad frente a la población colombiana.[/pullquote]

Por otro lado el Presidente también manifestó que “La mejor forma de defender una democracia es hacer que las instituciones funcionen bien, ponerlas a funcionar y creo que es lo que tenemos que hacer todos nosotros en este momento”. Lo cual resulta paradójico teniendo en cuenta que durante sus 8 años de gobierno este sería el momento cuando más escándalos por corrupción salpicaron a toda la estructura del estado.

Otro de los referentes de corrupción que aun envuelven el gobierno actual, es el de los dineros ingresados a la campaña de Juan Manuel Santos, los cuales la oposición ha denunciado vehementemente hasta la fecha.

Todo lo anterior demuestra la negligencia del mandatario en cuanto el control político y administrativo, también su falta de liderazgo para proceder con una política clara en contra de la corrupción durante el su gobierno, permitiendo así que la corrupción permeara cada una de las esferas de poder y destruyera la confianza de la población tanto hacia la clase dirigente, como hacia las instituciones del estado.