Un nuevo incumplimiento de las FARC se ha dado en los últimos días. Esta vez, no han cumplido con el plazo acordado en los acuerdos estipulados para la entrega y destrucción total del armamento inestable. A lo anterior se suma la exigencia que ha hecho la organización terrorista para aplazar indefinidamente este entrega por no tener las condiciones para “que el proceso se de”.

Un nuevo incumplimiento de las FARC se ha dado en los últimos días. Esta vez, no han cumplido con el plazo acordado en los acuerdos estipulados para la entrega y destrucción total del armamento inestable. A lo anterior se suma la exigencia que ha hecho la organización terrorista para aplazar indefinidamente este entrega por no tener las condiciones para “que el proceso se de”.

Esta exigencia, de aplazar nuevamente la entrega del armamento, se suma a los otros plazos acordados anteriormente incumplidos los cuales sumarian ya 70 días. Para los primeros 60 días, es decir hasta el 31 de enero, después de los otros 3 plazos acordados, las filas de las FARC debían ya tener destruido todo el armamento, y almacenado en contenedores, todo esto bajo el control de la ONU.

En esta oportunidad, las FARC, en ocasión de la solicitud emitida por el mecanismo y monitoreo de verificación de la ONU de aplazar la entrega, emitirían una carta “apoyando” la idea de la ONU y desmintiendo al gobierno central de Juan Manuel Santos. La entrega del armamento no se habría dado por no tener las “condiciones” para el almacenamiento del mismo.

Los plazos acordados datan del 1 de diciembre del 2016, cinco días después debía entregarse la información sobre las armas que las FARC tenían en su poder. El segundo plazo comenzaría el 7 de diciembre; el tercer plazo se habría tenido que ejecutar el 7 de diciembre del mismo mes y el último plazo a finales del enero del año en curso todo ello permeado por los mecanismos de verificación de la ONU, el silencio de presidencia y de los medios de comunicación.

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