Ante la insistente presión ciudadana de los últimos días, y los desesperados intentos del gobierno nacional de tratar de bajar exposición al escándalo que vincularía a las ex ministras Gina Parody y Cecilia Álvarez, la revista SEMANA finalmente tomó la decisión de confirmar que las adiciones al contrato original pueden ser sospechosas, y que Cecilia Álvarez efectivamente autorizó las adiciones presupuestales sin denunciar sus intereses en los hechos o inhabilitarse.

Ante la insistente presión ciudadana de los últimos días, y los desesperados intentos del gobierno nacional de tratar de bajar exposición al escándalo que vincularía a las ex ministras Gina Parody y Cecilia Álvarez, la revista SEMANA finalmente tomó la decisión de confirmar que las adiciones al contrato original pueden ser sospechosas, y que Cecilia Álvarez efectivamente autorizó las adiciones presupuestales sin denunciar sus intereses en los hechos o inhabilitarse.

En concreto, hasta hace pocas horas el gobierno nacional habría tenido la intensión de bajar el nivel de exposición del escándalo que beneficiaría a la familia de la ex ministra Gina Parody. Ante los hechos, incluso el presidente habría puesto un mensaje personal en Twitter desviando la atención, y acusando a la oposición del país.  [pullquote] Ante las evidencias, sin embargo, la revista Semana tomó la decisión de adelantarse a la presidencia y confirmar las denuncias ciudadanas. [/pullquote]   Textualmente, la publicación cedió ante la fortalencia de las evidencias, y llevo mas adelante el caso afirmando que:

“Álvarez como ministra firmó dos documentos relacionados con la carretera. La primera es la Resolución 2127 del 22 de julio del 2014, mediante la cual el Gobierno le autoriza a la concesionaria de Odebrecht dos peajes adicionales (ver resolución). Y el segundo documento es el Conpes No. 3817 del 2 de octubre del 2014, a través del cual el Gobierno garantiza los recursos para financiar la vía que llegaba hasta el puerto de Gamarra, donde estaban en ese momento los intereses del hermano de Gina, quien, como ministra de Educación, también lo firma junto al gabinete en pleno, incluido el hoy fiscal Néstor Humberto Martínez que entonces era el superministro de la Presidencia.”

Con esta decisión, la publicación se antepondría incluso a los intereses familiares de la revista, evidenciando los claros intereses que involucrarían a las dos ex ministras, que adicionalmente no habían hecho pública su relación para los momentos en que el gobierno contemplaba la adición. 

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