A pesar de que en una ocasión anterior el presidente de Colombia Juan Manuel Santos habría falsamente afirmado de la existencia de una “guerra urbana” en el evento de que no se aprobaran sus negociaciones con las FARC en Cuba, hace pocas horas, en una transmisión nacional, tomó la decisión de afirmar que si no se llega a un acuerdo el 31 de Octubre, se “puede echar al traste todo el proceso” en medio de un “limbo muy peligroso y muy riesgoso“.

A pesar de que en una ocasión anterior el presidente de Colombia Juan Manuel Santos habría falsamente afirmado de la existencia de una “guerra urbana” en el evento de que no se aprobaran sus negociaciones con las FARC en Cuba, hace pocas horas, en una transmisión nacional, tomó la decisión de afirmar que si no se llega a un acuerdo el 31 de Octubre, se “puede echar al traste todo el proceso” en medio de un “limbo muy peligroso y muy riesgoso“.

[pullquote]En concreto, a pesar de que la organización terrorista FARC esta replegada y sus cabecillas fuera de la justicia en el régimen cubano, el Presidente de la Republica definió apresuradamente como el 31 de octubre la fecha de detener el “cese al fuego”[/pullquote], lo que podría ser una equivocada medida de presión contra la ciudadanía que rechazó sus acuerdos con la organización narcotraficante.

Textualmente el presidente afirmó:

“Les dije que esto es gran parte de ese gran “dialogo nacional” que queremos construir para ver si podemos llegar a un gran acuerdo que nos permita continuar en esa búsqueda por la “Paz”…los escuchamos con mucha atención, y les dijimos que ojalá podamos tener “propuestas y sus apreciaciones” a la mayor brevedad posible, porque el tiempo es muy importante, no podemos prolongar este proceso y este dialogo por mucho tiempo porque estamos en una zona gris, en una especie de limbo, que es muy peligroso y muy riesgoso que puede echar al traste todo el proceso…”

Extrañamente, las declaraciones del presidente, se dan aproximadamente luego de 6 años de que tomara la decisión unilateral de haber iniciado acuerdos de impunidad con la organización narcotraficante en el régimen totalitario de Cuba, a pesar del mandato que se le dio de continuar con su repliegue, y habiendo hecho uso de multimillonarias partidas del presupuesto para proyectarse internacionalmente con un acuerdo que la ciudadanía rechazo el pasado domingo. 

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