La exsenadora colombiana, Piedad Córdoba manifestó en su cuenta de Twitter que el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro sería nominado al Premio Nobel de la Paz, al igual que el Presidente colombiano Juan Manuel Santos y Timochenko.

La exsenadora colombiana, Piedad Córdoba manifestó en su cuenta de Twitter que el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro sería nominado al Premio Nobel de la Paz, al igual que el Presidente colombiano Juan Manuel Santos y Timochenko.

En un controvertido mensaje en esta red social, la exsenadora consideró que Maduro debía ser nominado al Nobel por la paz porque el Gobierno venezolano ha participado activamente en las conversaciones del gobierno colombiano con las FARC, en la Habana. Lo que Córdoba no mencionó es que el gobierno de este país también ha sido señalado por Estados Unidos de simpatizar y colaborar con el grupo guerrillero.

Así mismo, hay quienes consideran que Piedad Córdoba es quien menos debería sugerir dichas nominaciones ya que su destitución e inhabilidad para ejercer cargos públicos por 18 años precisamente fue por posibles vínculos con la guerrilla de las FARC.

Córdoba lanzó la petición a propósito de la nominación que realizó el lunes 8 de febrero, el parlamentario noruego Heikki Holmas a Juan Manuel Santos y a Timochenko al Premio Nobel por la Paz; nominación que la senadora calificó como positiva. En aquel entonces habría mencionado que de llegarse a firmar la paz, los presidentes de Venezuela, Ecuador, Cuba y los demás países garantes de la paz en Colombia también deben ser nominados al Premio Nobel.

El pronunciamiento de Córdoba nuevamente prendió las alarmas en la red social. Muchos usuarios consideraron desproporcional la intención de la destituida Senadora, al pretender que los mandatarios sean nominados a tal premio. Al parecer la senadora seguiría haciéndole propaganda al Gobierno de Venezuela, pretendiendo esconder la crisis humanitaria que vive este país. Así lo evidenciaría su afán de que Maduro obtenga un premio de paz cuando su país no la ha tenido durante su administración.

La exsenadora completará 6 años de inhabilidad en el mes de septiembre, tiempo que ha seguido ejerciendo su posición política para favorecer a las FARC y a los gobiernos de izquierda que tengan vínculos con los insurgentes. Al parecer, bajo el escudo de la defensa de los “Derechos Humanos”, pretendería seguir haciendo política con temas controversiales para muchos colombianos.

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