Dentro de los distintos problemas que se derivaron de la alcaldía anterior, existen discusiones respecto a la gravedad e importancia de los mismos. Al respecto sin embargo, existe uno que supera a todos los demás de lejos, y este es el problema de las gigantescas pérdidas del Sistema Integrado de Transporte de Bogotá, cuyos gastos de funcionamientos recurrentes, no estimados en el presupuesto original, habrían desatado una crisis financiera que puede ascender a billones de pesos.
Dentro de los distintos problemas que se derivaron de la alcaldía anterior, existen discusiones respecto a la gravedad e importancia de los mismos. Al respecto sin embargo, existe uno que supera a todos los demás de lejos, y este es el problema de las gigantescas pérdidas del Sistema Integrado de Transporte de Bogotá, cuyos gastos de funcionamientos recurrentes, no estimados en el presupuesto original, habrían desatado una crisis financiera que puede ascender a billones de pesos.
A pesar de que la administración de Gustavo Petro en solo cuatro (4) años, habría incrementado la planta de personal de la administración distrital en más de $2.4 billones, aproximadamente duplicando el número de contratistas directos cuando recibió el Distrito con 29.625 contratos por prestación de servicios y los aumentó a 50.490, la gigante plantilla de personal no solamente no pudo prever las abultadas multas de los distintos entes de control a las irregularidades de la alcaldía, sino que el hueco financiero derivado del desorden hoy derivó en la más aguda crisis financiera del distrito en su historia desde Antanas Mockus.
El denominado SITP en este momento tiene operadores que habían sido dispuesto por la administración que a la fecha de hoy, debido a las propias sanciones que hoy tiene que enfrentar la alcaldía de Peñalosa, no han ni siquiera entrado a operar. Por otra parte, desde meses atrás, el distrito había incumplido en el pago a los mismos operadores que ya estaban funcionando, lo que había generado no solamente el incumplimiento del contrato por parte del ente, sino el incremento de los costos de desempeño por las multas a las que se había obligado Petro al haberlos contratado.
Hoy en día, el Sistema Integrado de Transporte de Gustavo Petro, no solamente está generando pérdidas millonarias para el distrito, sino que junto con la planta de personal asignada a las funciones del plan, sus precios de funcionamiento estarían costando aproximadamente un (1) billón de pesos al año. Lo que ha sido denunciado por Peñalosa, debido adicionalmente a la crisis financiera del distrito, y a las posibles nuevas sanciones que se pueden derivar por los reiterados incumplimientos a los acuerdos adquiridos por el alcalde saliente.
Al problema del SITP, se suma la fallida articulación del sistema de transporte con las obras que Petro había anunciado sin el aval del IDU, 972 procesos judiciales con pretensiones por 2.2 billones de pesos, 12 contratos de diseño suspendidos por falta de coordinación con otras entidades distritales o el déficit en las obras de valorización por 300 mil millones. Así, hoy en día, el problema de la movilidad no solo se deriva del desbarajuste del transporte, sino de los importantes contratos de desarrollo urbano suspendidos por el Instituto de Desarrollo Urbano, que no solamente retardarían el proceso de recuperación de la ciudad, sino que se sumarian a deteriorar el problema de movilidad de Bogotá. En este respecto, solo al cierre del año 2015, la administración de Peñalosa encontró 36 contratos prioritarios suspendidos. Adicionalmente, de los 36 contratos, 14 eran parte del programa de obras de la administración de Gustavo Petro, que incluían sustanciales reformas a importantes corredores viales de la ciudad, como la obra del deprimido de la calle 94, o las modificaciones de fondo cumpliendo con los requerimientos de flujo de personas y de ingeniería del Hospital de Kennedy y el edificio de la Policia. Estos últimos en concreto, que remontan incluso a la administración de Samuel Moreno Rojas y de los cuales Gustavo Petro durante sus 4 años no se responsabilizó.
A la fecha, todo el Sistema Integrado de Transporte se encuentra prácticamente en quiebra. Al hecho de las limitadas tareas que realizo el distrito en las grandes obras de infraestructura, junto con las multas y los costos derivados de la no operación de estos proyectos, el déficit podría superar el billón de pesos por año. Solo al cierre del 2015, el déficit del SITP fue de aproximadamente 800.000 millones de pesos, a lo que se sumarían para Peñalosa las multas que le dejo Petro a Capital Salud (más de 579 mil millones de pérdida acumulada), el déficit de los hospitales distritales (aprox. 250.000 millones,) el esquema de aseo ilegal denunciado e investigado por la Procuraduría (más de 245.000 millones), entre muchos otros rubros.
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