En los últimos días, el excongresista Odín Sanchez, liberado a principios de este por el ELN tras un secuestro de aproximadamente 10 meses, ha revelado la millonaria cifra final que habría pagado su familia por lograr su liberación.
[pullquote]El excongresista, canjeado por su hermano Patrocinio Sánchez, tras cerca de tres años de secuestro por esta organización terrorista, reveló, a varios medios de comunicación, que se tuvo que pagar $1.600 millones de pesos para lograr finalmente su liberación.[/pullquote]
De acuerdo a la información revelada por Odín Sanchez, el ELN pedia, al principio de su secuestro la suma de 10 a 15 millones de dólares, aproximadamente, $30.000 millones de pesos. Finalmente se entregaría la suma antes mencionada de $1.600 millones dividida en varios pagos: Primero la familia pagaría $500 millones de pesos por la liberación de Patrocinio Sánchez entregada personalmente por el excongresista y la suma de $1.100 millones de pesos para la liberación de Odín Sánchez.
“Cuando secuestraron a Patrocinio, inicialmente pedían entre 10 y 15 millones de dólares, eso son más $30.000 millones, eso era una locura, pero luego empezaron a bajar y a bajar”; esta sería la afirmación del excongresista a varios medios de comunicación.
[pullquote]Sin embargo, mientras el gobierno del presidente Santos, “exigía” la liberación del excongresista para comenzar las mesas de dialogo con el ELN en Quito, Ecuador, el ELN solicitaba, el levantamiento de ordenes de captura a dos jefes guerrilleros.[/pullquote]
A pesar de estar aun pagando pena, el Gobierno autorizaría la salida de Juan Carlos Cuellar, para lograr su incorporación a la delegación que negociaría con los integrantes del Gobierno. Así mismo, habría dado el levantamiento de órdenes de captura a dos reconocidos terroristas procesados del ELN, Gerardo Antonio Bermúdez, alias Francisco Galán y Carlos Velandia, alias Felipe Torres.
Más allá de ello, la exigencia de Santos para comenzar la mesa de dialogo con el ELN condicionado por el ejecutivo sería dado por el pago de extorsión de la familia de Odín Sánchez al grupo guerrillero y ante el silencio y conocimiento de esta extorsión se habría decidido continuar con la instalación de las mismas en Ecuador.
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