Las 23 mentiras de Santos en su último Discurso de instalación del Congreso

Con ocasión del último discurso de Juan Manuel Santos ante la instalación del nuevo Congreso, El Nodo resalta 23 mentiras de su intervención. A continuación el listado y una breve explicación.

Con ocasión del último discurso de Juan Manuel Santos ante la instalación del nuevo Congreso, El Nodo resalta 23 mentiras de su intervención. A continuación el listado y una breve explicación.

1.    En mi caso –y estoy seguro de que así lo comparten millones de colombianos–, me llena de satisfacción que aquellos que por más de medio siglo combatieron con las armas al Estado y a sus instituciones, hoy se sometan a la Constitución y a las leyes de Colombia, como lo hacemos todos.
FALSO: Si las FARC se hubieran sometido a la Constitución, hubiesen participado en elecciones bajo los métodos contemplado en la Carta Magna de 1991 en su apartado de mecanismos de participación popular. SI se hubieran sometido a las leyes, la Ley Penal nacional los hubiese imputado por sus procesos históricos ante la Fiscalía General de la Nación, o hubiesen sido encarcelados y extraditados como los paramilitares.


2.    A mí me llena de esperanza saber que, bajo el compromiso de comparecer a la Justicia Especial para la Paz –como ya han comenzado a hacerlo, al igual que los agentes del Estado–, los nuevos congresistas y miembros del partido FARC cumplirán la promesa que tantas veces ha expresado su líder Rodrigo Londoño: “En adelante, su única arma será la palabra”.
FALSO: La promesa del acuerdo Santos-FARC establecia que no podían llegar al Congreso sin confesar sus delitos. Hoy están en el Congreso y ni siquiera la denominada “JEP” está en pleno funcionamiento. Se estima además que será disuelta y las FARC ya tienen 10 miembros en el parlamento sin pagar un solo día de cárcel.


3.    Señores congresistas del partido FARC: ahora que han dejado las armas, ahora que han aceptado aportar a la verdad y acogerse a la justicia transicional, ahora que han jurado respetar nuestra Constitución y las normas y principios de nuestra república… ¡bienvenidos a este templo de la democracia!
FALSO: Las FARC aún no han pasado por la justicia, y miembros notables del secretariado del grupo narcotraficante dicen que “no tienen nada de que arrepentirse”. Además, en este momento les cobija la jurisdicción de la Corte Suprema como “Congresistas”.


4.    La oposición gozará de muchas más garantías y muchos más espacios para defender sus posiciones y sus derechos. Así que no les quepa ninguna duda: este es un Congreso verdaderamente único, un Congreso que no hubiéramos imaginado ni siquiera ocho años atrás, y que hoy es posible gracias al fin del conflicto con la mayor guerrilla del país y del continente, y gracias a la apertura política que se ha logrado en estos años.
FALSO: Al cierre de la administración de Uribe Colombia presentaba la tasa más baja de asesinatos de líderes sociales, lo que garantizaba mayor libertad política dentro y fuera del congreso. Hoy existe un acelerado aumento en los asesinatos de líderes, las FARC se presume con pruebas, tienen articulaciones con su brazo armado en la ilegalidad, y el país tiene el mayor territorio ocupado por cultivos ilícitos, lo que impide la libertad de activismo político y movilización en el país.


5.    Gracias a esto, hoy tenemos este Congreso diverso. Y tenemos también un presidente electo, a quien entregaré el mando el próximo 7 de agosto, con la satisfacción de hacerlo en el mejor momento de la democracia colombiana. Encuentra este Congreso –y encontrará el presidente Duque– una Colombia mejor, una Colombia distinta, más avanzada en muchos aspectos de nuestra realidad.
FALSO: El dominio político y territorial del narcotráfico, y de sus grupos que se disputan las rutas de salida de droga, ubica técnica y militarmente a Colombia en una situación peor que la del año 2000. Las tasas de asesinatos de líderes están en aumento (superando por mucho la administración de Uribe) y los carteles están re fortalecidos con más de 200mil hectáreas de coca.


6.    Lo primero –por supuesto– fue avanzar en la garantía del derecho a la paz. Cuando hace ocho años dije –en mi discurso de posesión– que la puerta del diálogo no estaba cerrada, muchos se llamaron a escándalo, cuando no hacía otra cosa que proclamar mi obligación constitucional de buscar la paz como un derecho y también un deber de obligatorio cumplimiento.
FALSO: El discurso de posesión del año 2010 continuaba la agenda de la administración Uribe, de la que Santos fue ministro de defensa. Por eso sus niveles de popularidad, hace 8 años, oscilaban entre el 60 y el 70% de favorabilidad.


7.    Entregamos una economía con la inversión más alta de su historia, y que el año pasado recibió una inversión extranjera directa que duplica la que teníamos ocho años atrás.
FALSO. El primer trimestre del año 2018 establece un acelerado descenso de la tasa inversión extranjera directa. Contrayéndose en un 15%, en indicadores económicos del Banco de la República.


8.    Lo dije hace un año y lo repito hoy, ad portas de regresar a mi condición de ciudadano raso: la popularidad –esa caricia efímera para la vanidad– la sacrifiqué gustoso y la volvería a sacrificar… ¡a cambio de una sola de esas vidas salvadas!
FALSO: La popularidad de Santos no se debía a el personalmente, sino a su labor en el ministerio de defensa, y al continuismo de las políticas que se venían implementando en el país desde el 2002.

9.    Señoras y señores: esta es la paz que dejamos en plena construcción, que no es mía ni de mi gobierno, sino de todos los colombianos. No es la paz de Santos: es la paz del pueblo.
FALSO. En el formato de “plebiscito” constitucional puesto a decisión de los electores en el año 2016, la ciudadanía rechazó los acuerdos firmados en la Habana, Cuba.

10.    Dejamos avanzada de manera importante la implementación del acuerdo con las FARC.
FALSO. La administración entrante está en capacidad de revertir los términos, para lo cual está convocando un referendo. El principal juez de la “JEP” ha renunciado, sus instalaciones no funcionan, el presupuesto no está aprobado y los proyectos pasados a la fecha han sido rechazados por el Congreso, aún sin posesionarse la nueva administración.

11.    Es la palabra del Congreso que refrendó por abrumadora mayoría el acuerdo final –con las modificaciones que en buena hora se hicieron con ocasión del plebiscito–.
FALSO: Las modificaciones no fueron tenidas en cuenta, en absoluto por la administración, lo que le permitió ilegalmente saltarse los términos legales y políticos del Plebiscito.

12.    Si se persiste en la pretensión de cambiar puntos sustanciales del Acuerdo, se corre el riesgo de –ahí sí– hacer trizas la gobernabilidad y malgastar el tiempo de este Congreso en el empeño inútil de cambiar el pasado, en lugar de dedicarse a la tarea positiva de construir un mejor futuro sobre las bases de reconciliación que dejamos sentadas.
FALSO: En este momento, con el incremento de los narcocultivos y el fortalecimiento suvbersivo del Clan del Golfo, las FARC, el ELN y las Bacrim, urge cambiar de medidas para garantizar la gobernabilidad.

13.    Esperamos –Dios quiera– que la buena voluntad prime, en el gobierno y en los miembros de este último reducto guerrillero, para que se erradique totalmente esta larga, larguísima etapa de la violencia con raíces políticas en nuestro país.
FALSO: El recrudecimiento histórico de la violencia no tiene causales políticas sino ilegales económicas, por el negocio del narcotráfico.

14.    Y subsisten otros retos, que hay que afrontar con decisión, como los asesinatos de líderes sociales –que nos duelen y le duelen a todo el país–. ¡Qué bueno que representantes de todas las vertientes políticas, sin excepción, firmaron la proclama de rechazo a estos asesinatos!
FALSO: El asesinato no “subsiste”, se incrementó aceleradamente durante la administración de Juan Manuel Santos luego de llegar casi a 0 al cierre del 2010.

15.    Hay que perseverar en la lucha contra el narcotráfico. Hace 47 años el mundo le declaró la guerra a las drogas. Nosotros llevamos casi igual tiempo luchando contra este flagelo que tanto nos ha costado. Una guerra que llevamos perdiendo medio siglo no la vamos a ganar si no cambiamos de estrategia.
FALSO: El descenso entre los años 2002 a 2010 redujo a poco más de 30 mil hectáreas los cultivos. A la misma tasa en solo 2 años Colombia los hubiera erradicado completamente. Hoy se ubican en más de 200 mil.

16.    Tenemos que seguir combatiendo la cadena del narcotráfico en todos sus eslabones, como se ha venido haciendo. El aumento de los cultivos en los últimos años –que nos preocupa y nos frustra– se ha contrarrestado en parte con un aumento en las incautaciones y en la destrucción de laboratorios. Pero no ha sido suficiente.
FALSO: Al cierre de la semana pasada se estima que puede ubicarse en las 220 Mil hectáreas. Ascendiendo en solo un mes en más de 11 Mil hectáreas, de 209 Mil a 220 Mil, en periodo de finalización de su mandato.

17.    Ahora, gracias a la paz, podemos llegar –con el Estado y con el mercado– a esas zonas tan alejadas, y tenemos por primera vez la oportunidad de lograr una reducción permanente de los cultivos, si hacemos funcionar la política dual de erradicación forzosa y sustitución voluntaria.
FALSO: El gobierno acordó en el acuerdo de la Habana, con las FARC, omitir la erradicación forzosa. La voluntaria, por otra parte, incrementó los cultivos.

18.    Este año tenemos el compromiso de eliminar 110 mil hectáreas –70 mil forzosamente y 40 mil por sustitución voluntaria–, con lo que nos acercamos a la meta de reducir los cultivos a la mitad, que acordamos con Estados Unidos hacerlo en cinco años.
FALSO. No existe el compromiso porque Santos deja el mandato en dos semanas.

19.    Volver al pasado, a la fumigación, y meter a la cárcel a los campesinos y a los consumidores –que son más bien víctimas y enfermos–, sería volver al fracaso. Hay que arreciar, eso sí, la mano dura contra los traficantes y las mafias.
FALSO: Las anteriores medidas fueron las más eficientes, lo que le permitió a Santos convertirse en opción para la presidencia de la república en el 2010.

20.    Hay todavía mucha pobreza y mucha desigualdad, pero nadie puede negar lo que significa que más de la décima parte de la población del país haya salido de la pobreza, y que tengamos –por primera vez– una nación mayoritariamente de clase media.
FALSO: El Gini de Colombia en el concierto internacional permanece casi inmutable, polarizando conjuntamente a la población de mayores y menores ingresos. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, revela que entre 2015 y 2016 el coeficiente de Gini pasó de 0,522 en 2015 a 0,517 en 2016 en el total nacional, completando 3 años con reducciones consecutivas, pero es una disminución que no representa un desarrollo significativo para los colombianos.

21.    Para hacer efectivos todos estos derechos que consagra nuestra Constitución se requirieron reformas de hondo calado, y mantener una economía más fuerte y dinámica que permitiera su realización.Quien estudie estos últimos ocho años podrá dar cuenta de la agenda reformista más ambiciosa de la historia reciente.
FALSO: La tasa de crecimiento en el periodo 2010-2018 sufrió una contracción traumática en comparación con los años 2002-2010. En el 2017 fue, por lejos, uno de las más deplorables de la región, con solo un 1.7%.

22.    En materia económica, logramos mantener el curso de la nave a pesar de las recias tormentas que nos afectaron. Hoy nadie duda de que la economía –que se había desacelerado en los dos últimos años– se encuentra en plena reactivación.
FALSO: Las estimaciones recientes ponen en peligro la economía, y al primer trimestre del 2018 la inversión extranjera está contraída en un 15%. El nuevo gobierno tiene que tomar medidas urgentes.

23.    Nos duele –nos sigue doliendo– Venezuela. Condenamos una vez más ese régimen oprobioso que ha producido tanta miseria, y somos solidarios con el pueblo venezolano que tanto está sufriendo. A nuestros hermanos venezolanos que han buscado refugio en nuestro suelo los hemos recibido con generosidad, pero de forma ordenada y controlada. Colombia debe seguir a la vanguardia regional e internacional para lograr el restablecimiento de la democracia en Venezuela. Y con la misma vehemencia debemos rechazar lo que sucede en Nicaragua.
FALSO: Durante la administración de Santos se retornaron a las relaciones con Venezuela, y el régimen de Maduro fue garante fundamental, con Cuba, de las negociaciones con las FARC en la Habana.

 

Durante su estadía en el país, el señor Huang, dictó un seminario de capacitación para entrenadores nivel C, enfocado en fundamentos básicos del Tchoukball, la difusión de metodologías de enseñanza y la preparación de profesionales nacionales con miras a los juegos panamericanos.

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