Un reciente informe de la Fiscalia General ha advertido sobre el crecimiento de las “Disidencias” de la organización terrorista de las FARC las cuales se encontrarían ubicadas en cerca de 48 municipios del país divididos en 16 grupos criminales.

De acuerdo al informe al menos unos 16 grupos estarían armándose en varias regiones de Colombia entre ellas el Meta, Caquetá, Guaviare, Tumaco y Amazonas.

Un reciente informe de la Fiscalia General ha advertido sobre el crecimiento de las “Disidencias” de la organización terrorista de las FARC las cuales se encontrarían ubicadas en cerca de 48 municipios del país divididos en 16 grupos criminales.

De acuerdo al informe al menos unos 16 grupos estarían armándose en varias regiones de Colombia entre ellas el Meta, Caquetá, Guaviare, Tumaco y Amazonas.

Así mismo ha alertado que el número de sublevados de esta organización estarían cercanos a unos 500 subversivos; [pullquote]de ellas 205 pertenecerían al Frente Primero de las FARC ubicados en los municipios de Calamar, El Retorno y Miraflores (Guaviare), La Pradera (Amazonas) y Taraira (Vaupés).[/pullquote]

No obstante, este número sería menor a la cifra manejada por el Gobierno Nacional el cual sería de 700.

A este reciente informe se suma el desarrollado por la Fundación Ideas para la Paz, en Julio de 2017 el cual revelaría en ese momento 13 nuevas disidencias que operarían en varios departamentos de Colombia; [pullquote]de acuerdo al informe por los menos 22 nuevas disidencias se habrían creada de otros frentes de las FARC, aparte de las 9 ya confirmadas y estas operarían en casi 19 departamentos de Colombia.[/pullquote]

Las estimaciones hechas por este tipo de informes indican que habrian cerca de 600 hombres que integrarían estos grupos de disidentes; aproximadamente hace un mes, el Ministro de Defensa habría indicado que, en ese momento, habrían salido de las Zonas Veredales 300 subversivos.

Sin embargo, con este nuevo informe se revela que sería el doble, el número de personas integrantes de las FARC que están saliendo de estas zonas. Sus principales fuentes de financiación serían el narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión.