Las declaraciones recientes de la canciller de Colombia María Ángela Holguín respecto a la dramática situación de Venezuela confirmaría los peores pronósticos sobre la importante funcionaria. En concreto, en medio del peor escenario de destrucción institucional y humanitaria del vecino país, la canciller Colombia afirmaría que parte de la responsabilidad de tal destrucción corresponde a la oposición, lo que incluiría a los estudiantes, demócratas, empresarios privados, políticos conforme al orden constitucional, académicos reales, emprendedores y familias opositoras.

Las declaraciones recientes de la canciller de Colombia María Ángela Holguín respecto a la dramática situación de Venezuela confirmaría los peores pronósticos sobre la importante funcionaria. En concreto, en medio del peor escenario de destrucción institucional y humanitaria del vecino país, la canciller Colombia afirmaría que parte de la responsabilidad de tal destrucción corresponde a la oposición, lo que incluiría a los estudiantes, demócratas, empresarios privados, políticos conforme al orden constitucional, académicos reales, emprendedores y familias opositoras.

[pullquote]Las palabras e ideas de la canciller Colombiana muestra adicionalmente absoluta indiferencia a la peor crisis humanitaria latinoamericana[/pullquote] desde la instauración de la dictadura cubana. Textualmente, la canciller afirmaría que:

"Venezuela no es un país que construya. Entre Gobierno y oposición han ido destruyendo"

Y que:

"La gente no puede pensar que la mayoría está con la oposición. Es un país dividido"

A diferencia de las irritantes declaraciones de la canciller colombiana María Ángela Holguín, los responsables de la destrucción de Venezuela no son la oposición y sus seguidores sino los comandantes políticos de un régimen mafioso y totalitario, que desde la llegada de Hugo Chávez utilizó los recursos del estado para destruir la institucionalidad del país más rico de la región.

[pullquote]En detalle, ha sido precisamente el movimiento chavista el que tomo la decisión unilateral y criminal de saltarse los mínimos términos sociales[/pullquote] de la propiedad privada para destruir las complejas relaciones de los empresarios con la sociedad trabajadora de Venezuela.

La permisividad, complicidad, silencio y cobardía de la administración colombiana y de su canciller, sin embargo, en vez de mejorar la situación la profundizo, permitiéndole al régimen chavista, y particularmente al dictador Nicolás Maduro, trabajar a sus anchas en un proceso totalitario en incubación.

Hoy, Venezuela afronta una tragedia criminal y humanitaria sin parangón en su historia. El que fuera el país con más recursos naturales de la región esta convertido en un infierno en el que los ciudadanos tienen que buscar la comida entre la basura, hacer largas colas para pedir limosna del régimen y aguantarse las acusaciones de la diplomacia internacional, como las de la canciller María Ángela Holguín.

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