Durante los últimos años, y con ocasión de la anunciada visita del jerarca de la iglesia católica al país, cientos de ciudadanos en las redes han expresado permanentemente desagrado frente a la inusual amabilidad con que el “Papa“ se refiere a los regímenes dictatoriales de la región.
La situación no sería nueva, debido precisamente al doble rasero del representante del catolicismo para portarse amigable con Nicolás Maduro, y por otra parte, ignorar o rechazar las solicitudes de audiencia de Lilian Tintori, la esposa del secuestrado político Leopoldo López.
La conducta del papa demostraría evidentemente complicidad con los fenómenos totalitarios de la región, y responsabilidad compartida con el dominio diplomático de países tales como Venezuela, Cuba o Argentina, en la época de Cristina Kirchner.
El año pasado, una extraña frase del papa al comunismo incluso ha generado polémica, por el tratamiento de millones de ciudadanos sometidos a los gobiernos comunistas del hemisferio. En sus palabras:
"Son los comunistas los que piensan como los cristianos. Cristo ha hablado de una sociedad donde los pobres, los débiles y los excluidos sean quienes decidan. No los demagogos, los barrabás, sino el pueblo, los pobres, que tengan fe en dios o no, pero son ellos a quienes tenemos que ayudar a obtener la igualdad y la libertad"
[pullquote]El “Papa”, a pesar de las expectativas de la mayoría de los ciudadanos del continente, se mostraría además cercano al propio dictador cubano Fidel Castro [/pullquote], lo que se constataría con numerosas fotos en las que se le ve con el militar, sin condenar la dictadura, la represión, la eliminación de los derechos civiles y el ostracismo de la isla.
Aun cuando en pasadas ocasiones se ha sabido de la complacencia de la iglesia católica con regímenes fascistas o incluso con el nazismo, como en el caso de la segunda guerra mundial, seria sin embargo la primera vez que la iglesia católica serviría de dispositivo estratégico del comunismo en Latinoamérica.
A la fecha, finalmente, la situación ha escalado a niveles inusitados, debido a la descomposición de los derechos civiles en los que está sumida Venezuela, que, en vez de la condena del Papa, ha servido para que este legitime el régimen.
Déjenos su opinión o inscríbase en nuestro Newsletter mensual.