Alexis Tsipras, el primer ministro de Grecia que debió su popularidad a su discurso en oposición al pago de la deuda griega con Europa, se encuentra en estos momentos a su punto más crítico desde que asumió el cargo. Hoy, el presidente se enfrenta al parlamento griego solicitándole su apoyo para definir la decisión que tomara Grecia, a riesgo de entrar en default en los días venideros.

Alexis Tsipras, el primer ministro de Grecia que debió su popularidad a su discurso en oposición al pago de la deuda griega con Europa, se encuentra en estos momentos a su punto más crítico desde que asumió el cargo. Hoy, el presidente se enfrenta al parlamento griego solicitándole su apoyo para definir la decisión que tomara Grecia, a riesgo de entrar en default en los días venideros.

La situación de Grecia es una de las más complejas en la historia reciente del país. Tsipras, quien ganó popularidad al presentar en su programa una posición radical en contra del pago de la deuda, no contemplaba al parecer la extensión de las medidas de ajuste que el Banco Central Europeo podía incorporar en el evento de que Grecia no cumpla con sus acreencias. Para Tsipras, las condiciones estipuladas por Jean Claude Juncker, como presidente de la Comisión Europea, son irreales e implican un retroceso en términos de acuerdo de pago pactados con anterioridad.

Para el día de hoy, la deuda estimada que Grecia debe cancelar al Fondo Monetario Internacional asciende a la suma de 305 millones de Euros. La cifra sin embargo, dista mucho del monto total de sus obligaciones para el final del mes. Según los cálculos, para antes de que termine Junio, Grecia deberá cancelar al menos 1025 millones de Euros más al Fondo, más 1500 millones de euros adicionales  de obligaciones domésticas derivadas del sistema pensional y salarial. En suma, si cumple con las condiciones actuales de acuerdo pago, Grecia deberá desembolsar a fin de mes más de 3 billones de euros para cumplir con sus obligaciones de deuda y conservar su lugar como miembro de la Unión Europea.

Las condiciones de gobernanza de Grecia se encuentran en la actualidad en una grave situación económica si esta acepta abiertamente las condiciones establecidas por  la Comision de Europa. Han sido parte de estas condiciones precisamente las que han llevado a Tsipras a modificar su discurso ante las presiones de los principales socios europeos, sobre los cuales pesa la responsabilidad de mantener las finanzas de la Unión en buen estado.

El acuerdo que en la actualidad analiza Grecia, es de hecho una solución planteada por Grecia y Francia, que a través de Juncker, le expresaron sus inquietudes a Tsipras en una reunión que finalizo el día miércoles. Las condiciones sin embargo de la “Oferta” –como se le llama al acuerdo sugerido por la Unión a Grecia-, son tan exigentes que incluso en el evento de que Grecia logre cumplir con sus obligaciones de Junio, pondrían al país en un camino económico difícil de sobrellevar incluso para las economías más robustas de Europa. Algunas de estas condiciones contemplan el mantenimiento de superávits fiscales griegos por encima del 3%, eliminación de alivios para la deuda griega, o radicales reformas laborales que de ser cumplidas por Tsipras, dejarían el discurso con el que llego a la presidencia totalmente vacío.