Con un 82% de aprobación, el joven diputado y presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, puso a los venezolanos a soñar con la Libertad, al juramentarse como presidente interino de ese país, ante la usurpación del poder por parte del dictador Nicolás Maduro.
Con un 82% de aprobación, el joven diputado y presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, puso a los venezolanos a soñar con la Libertad, al juramentarse como presidente interino de ese país, ante la usurpación del poder por parte del dictador Nicolás Maduro.
Por primera vez en mucho tiempo se ve a un líder cuya firmeza está en los hechos y no solo en palabras, así mismo, se ve una organización en las filas opositoras verdaderamente interesadas en deshacerse del régimen, con una hoja de ruta clara y coherente como la ha vendido implementando Guaidó.
Gran parte de su efecto, y lo que ha hecho que los venezolanos confíen en que la caída de la narcodictadura de Maduro está cerca es que Guaidó representa la juventud y la renovación de la política venezolana, alejado del bochornoso encanto de los políticos populistas que han encabezado las filas de las principales partidos opositores en Venezuela.
Su espíritu de un verdadero servidor público, le han hecho merecedor de la estima y la confianza por parte de los venezolanos, que han perdido el miedo de enfrentarse a la dictadura porque tienen a una figura que los respalda. Esto no sucedía desde el encarcelamiento de Leopoldo López en 2014.
Los venezolanos han vuelto a confiar en la oposición venezolana, luego de haber quedado prácticamente si la representación de un líder serio y coherente, por lo que urge llevar este proceso de transición hasta el final, y no debilitar el movimiento que ha generado la asunción de Guiadó.
El escenario es distinto esta vez. A diferencia de 2017 cuando hubo casi 200 asesinados en las calles solo por protestar, la comunidad internacional se fijó más en la situación de Venezuela. Ha sido un factor determinante que Juan Guaidó haya sido reconocido como presidente por un grueso de países de Latinoamérica, aislando aún más al régimen de Maduro.
La mayor presión viene de Estados Unidos, quien ha sido contundente y ha acompañado el proceso para la transición y restauración del orden democrático en Venezuela. La reciente medida tomada, sancionar a la petrolera estatal PDVSA y pidiendo que sea la administración de Juan Guaidó quien se encargue del manejo de los activos, es un duro golpe para el régimen de Maduro, pues al no poder disponer del dinero que entra al país por la venta de crudo, se queda sin su principal pulmón económico.
El chavismo, aislado políticamente y con poco dinero en los bolsillos está debilitado. Es ahora o nunca cuando la oposición venezolana debe aprovechar que el chavismo está acorralado y darle la estocada final a la tiranía.
Las cartas están sobre la mesa. El escenario es propicio para que se convoquen elecciones presidenciales con un Consejo Nacional Electoral renovado, que lleve a los venezolanos a elegir un nuevo presidente y así encausar el país hacia la libertad y el progreso.
Por: @InglouriousJen
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